29 nov 2007

A ver si le cascan el Cervantes al abuelete

(A próposito de ese libro negro que
iba de mano en mano en la facultad)

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede

contar conmigo.

Mario Benedetti
«Hagamos un trato»

Actualización: Pues no. Al final se lo han dado a Juan Gelman (he leído alguna cosilla, pss). No obstante, en desagravio, a don Mario Benedetti le ha sido concedido por unanimidad el primer «Premio Fabié» por ser el poeta más molón. Ahí es nada, así no tiene que compartir galardón con Borges ni Cela. Enhorabuena, abuelete.

27 nov 2007

Habiéndome enamorado hoy al menos tres veces

[...]
voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,
[...]

Octavio Paz
«Piedra de sol»

Libertad bajo palabra

26 nov 2007

Simples paradojas

Odio la estética rematadamente ochentera –y por tanto hortera– del vídeo. Detesto que el teclista se vuelva a mirar a la cámara cuando ésta pasa a su lado, así como los machacones primerísimos planos de sus dedos aporreando el sintetizador. Abomino de las hombreras que lucen. Me da tirria el pelambre de Jim Kerr. Aborrezco la manía –también muy ochentera– de colocar pantallas de televisión en los videoclips. Me toca los huevos hasta extremos infinitos que cocacola la usara para un anuncio. Pero joder, a pesar de todo eso, no sé que tiene esta canción que la adoro hasta extremos irracionales.



Simple Minds
"Don't You (Forget About Me)"

21 nov 2007

Exabrupto

Toda la noche lloviendo. Al amanecer, el agua saturaba el aire, combaba los libros, empapaba las ausencias. Junto al balcón un mínimo océano buscando su orilla. Al cerrar, la humedad se silenció. Y comencé a recoger el agua intrusa, la desembocaba al cubo, la oprimía, la retorcía; ella se deshacía para volverse a componer una vez dentro, más fuerte que yo. Y seguía entrando, poco a poco, inmortal, haciendo que el suelo seco se retirara, retrocediera, quedando arrinconado allá al fondo, ya herido y hace tiempo en vano rendido. Hasta morir anegado. Derrotado éste, era el turno de las paredes, del ordenador, de las cajas, de la mesa baja y el móvil y las revistas y la cartera y las tarjetas y las gafas y el tabaco. Afuera paró la tormenta y ya flotando contemplé a la gente rehacer sus vidas, cerrar los paraguas, recibir los primeros rayos. Adentro el agua seguía necesariamente subiendo. Me sumergí y miré hacia la calle y vi que el sol se cebaba con el último charco del pavimento. En ese momento las primeras gotas se derramaban por el techo.

20 nov 2007

28 versos

«But I, that am not shap’d for sportive tricks,
Nor made to court an amorous looking-glass;
I, that am rudely stamp’d, and want love’s majesty
To strut before a wanton ambling nymph;
I, that am curtail’d of this fair proportion,
Cheated of feature by dissembling nature,
Deform’d, unfinish’d, sent before my time
Into this breathing world, scarce half made up,
And that so lamely and unfashionable
That dogs bark at me, as I halt by them;
Why, I, in this weak piping time of peace,
Have no delight to pass away the time,
Unless to see my shadow in the sun
And descant on mine own deformity:
And therefore, since I cannot prove a lover,
To entertain these fair well-spoken days,
I am determined to prove a villain,
And hate the idle pleasures of these days.
Plots have I laid, inductions dangerous,
By drunken prophecies, libels, and dreams,
To set my brother Clarence and the king
In deadly hate the one against the other:
And if King Edward be as true and just
As I am subtle, false, and treacherous,
This day should Clarence closely be mew’d up,
About a prophecy, which says, that G
Of Edward’s heirs the murderer shall be.

Dive, thoughts, down to my soul: here Clarence comes.»

Ricardo III, Acto I, Escena I
William Shakespeare

16 nov 2007

«En esta carretera...»

«En esta carretera no hay interlocutores de Dios. Se han ido y me han dejado aquí solo y se han llevado consigo el mundo. Duda: ¿En qué difiere el nunca será de lo que nunca fue?

Oscuridad de la luna invisible. Las noches ahora solo un poco menos negras. De día el sol proscrito circunda la tierra cual madre afligida con una lámpara.»

Cormac McCarthy, La carretera
Traducción de Luis Murillo Fort

14 nov 2007

«¿Por qué quieres irte de 2046?»

«En el párrafo 201 de la Guía para pasajeros se advierte que las zonas 1224 y 1225 son especialmente frías, y que con la calefacción del tren no habrá suficiente. Se aconseja a los pasajeros que se abracen los unos a los otros para obtener calor. Como soy el único pasajero, abrazo a mi auxiliar androide.
Me pregunto si es un mecanismo o tan solo mi imaginación, pero siento que su cuerpo artificial responde con cierto calor.»


2046
Wong Kar Wai

12 nov 2007

Parabólico

El rico Epulón ha muerto. Está en el infierno. Tormentos y sed. Con un dolor de hijos muertos rastrillándole la garganta pide agua. «Que moje la punta de su dedo en agua.» Nada recibe.

11 nov 2007

«En este raro asunto»

«Hay ciertas extrañas ocasiones y coyunturas en este raro asunto entremezclado que llamamos vida, en que uno toma el entero universo por una enorme broma pesada, aunque no llega a discernirle su gracia sino vagamente, y tiene algo más que sospechas de que la broma no es a expensas sino de él mismo.»

Herman Melville, Moby Dick

Traducción de José María Valverde

7 nov 2007

Libertad de empresa

He estado comprando en el supermercado. La cola era inmensa, así que tras encandilarme con todos los ángeles de las diferentes filas, y cuando ya estaba a punto de ser atendido, he visto un folio en el suelo, entre la caja y un expositor de esos en los que colocan los productos que ya no saben cómo vender y te los presentan como maravillosa oferta antes de que acaben en el contenedor de la basura. Como decía, he visto el papel y enseguida he reconocido el formato típico de un currículum. Vale, se les ha podido caer. Pero la impresión del currículum ahí tirado daba malrollo (acabo de decidir que “malrollo” se escribe junto). Comentándolo después con Z., me ha recordado el caso de los supermercados Sánchez Romero de Madrid.
Allá por el verano de 2002 saltó la noticia de que junto a uno de los supermercados de esta cadena, que presume de ser la más cara de España (sic), habían aparecido tirados centenares de currículos con anotaciones denigrantes. Se ve que para echar el rato, los responsables de recursos humanos (yo “recursos humanos” no lo pongo en mayúsculas) encargados del proceso de selección se dedicaron a apuntar comentarios como los siguientes:


  • Extranjero, gordo, morenete, parece Pancho Villa pero hambriento.
  • Cubana y con bigote.
  • Vive en Parla y es fea.
  • No me gusta su cara. Además es separada con 26 años.
  • Pesado y feo.
  • Repipi y con acento andaluz.
  • Leucemia. Radioterapia. En dos meses tendrá el pelo bien. Guapa.

Dan para mucho los comentarios. Aparte del inevitable racismo (ese del que dicen que “en España no hay”), me resulta muy definitorio de una persona que use la palabra “feo” para juzgar a alguien (Victoria Beckham quiso consolar en una entrevista a su marido argumentando que no debían afectarle las críticas a su juego, porque quienes las hacían “son feos”). Lo de andaluz ya no me asombra y el considerar que una mujer joven separada y encima madre no es de confianza es una muestra más de ese machismo que supuestamente ya sólo albergan los viejos y la gente de pueblo (otro día hablaré de las muestras de machismo que más me asustan: las que vienen de mujeres de mi edad). Reconozco que de todas las anotaciones, la que más me acojonó fue la última, pero aún no sé muy bien por qué.
No sé si al final a la empresa le metieron algún puro; quizás alguna multa por violar la protección de datos. Pero dudo que hayan tenido mayores problemas. Y hasta me imagino el argumento de sus defensores (que los hay): “Es una empresa privada, pueden coger a quien quieran”. Aparte del pequeño detalle relacionado con el artículo 14 de la Constitución, ese de la igualdad, aquí todo empresario suele acabar impune haga lo que haga; acaso unos días en la prensa, unos minutos en las tertulias, y a seguir con lo suyo. Y el resto a seguir comprando en los supermercados con el dinero que nos da el empresario. Y gracias.

1 nov 2007

Banksy


Por lo poco que he leído (me sigue cansando leer en pantalla) Banksy es básicamente un grafitero con visión de marketing. Un tipo que ha descubierto una fórmula sencilla con la que obtener rendimientos fabulosos. Un tipo al que se le ocurre manipular 500 ejemplares del disco de Paris Hilton, añadiendo frases del tipo “Cada CD mío que compras me separa más de ti” o supuestos títulos de canciones como “¿Por qué soy así?” o “¿Qué he hecho?”. Un tipo que consiguió colocar en la galería de arte romano del Museo Británico una pieza en la que se representaba a un cavernícola llevando un carro de la compra (tardaron varios días en darse cuenta). Un tipo que se fue a pintar grafitis al muro con el que Israel pretende cercar Cisjordania. Un tipo que dejó un muñeco hinchable vestido de preso de Guantánamo junto a una atracción dentro de Disneylandia.



Probablemente por acciones como éstas ha conseguido firmar contratos con la MTV o subastar obras en Sotheby's por miles de libras. Pero más allá de lo discutible de su “verdad artística” (muchos artistas lo consideran un vendido), hay que reconocer que la mayoría de sus llamémoslas “intervenciones” son de una originalidad impagable (vale, y también es verdad que “no dejan indiferente a nadie”, pero me parece esta una expresión tan manida que la dejo entre estos paréntesis).