28 ene 2008

Gustos sueltos y una conclusión

Veamos. Están Thomas Pynchon, García Lorca, Raymond Chandler, Baudelaire y Rimbaud, La montaña mágica, Sebald, Garcilaso y De la Cruz, La colina de Watership, Cortázar y Flaubert, Gil de Biedma, Crónica de una muerte anunciada, Shakespeare y Valle, El maestro y margarita, Cheever y Chejov...
Están también el David, Paul Klee, Los fusilamientos de la Moncloa, Caravaggio y Rodin, la fachada de la catedral de Siena, París (dicen) y Monet, Picasso y sus palomas, los bailarines de Matisse, la Santa Croce, Friedrich y Barceló...
Y también están Coltrane, las suite para cello de Bach, The Joshua Tree, Beck, el Seven Swans de Sufjan Stevens y The Miseducation of Lauryn Hill, la Pavana para una infanta difunta, Aterciopelados, el Cripple Crow de Devendra Banhart, Coleman Hawkins y Kiko Veneno, Galliano, "When the music is over" de los Doors, Led Zeppelin y Jefferson Airplane, Paolo Conte, 091, Radiohead, Chopin, Tom Waits y siempre las
Variaciones Goldberg.
Y El tercer hombre, Azul, Alien, 2046, Ran, La vida de Brian, La dolce vita, Sleepy Hollow, Blade Runner, Los 400 golpes, Annie Hall, American Beauty, Las bicicletas son para el verano, Hannah y sus hermanas, El club de la lucha, Cabaret, Vértigo, Trainspotting, La huella, El gran Lebowski, Pulp Fiction, Al final de la escapada...


Pero luego están las alamedas. Algún día quisiera dedicar el resto de mi vida a fotografiar alamedas.


22 ene 2008

Es tan bueno el cabrón

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

«Contra Jaime Gil de Biedma»
Jaime Gil de Biedma

17 ene 2008

Vanguardia medieval

«Haré una poesía sobre absolutamente nada:
no tratará de mí ni de ninguna otra gente;
no tratará de amor ni de juventud,
ni de ninguna otra cosa,
habrá sido compuesta mientras dormía
sobre un caballo.»

Guillermo de Poitiers
Siglos XI-XII
Traducción de Carlos Alvar

12 ene 2008

Se ha muerto Ángel González

Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
–de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando –luego– callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.)

«Me basta así»

Más poemas de Ángel González.

10 ene 2008

Ningún blog sin su profecía para el 2008

Y puestos a hacer profecías, reconozco que lo único con lo que me atrevo es con esto. Ya sé que entra dentro de lo "más que probable", pero no doy para más.

9 ene 2008

Luego hay gente que se hace misántropa

Veamos. Las cinco noticias están sacadas del mismo periódico el mismo día (concretamente hoy).

Los autobuses escolares también tienen que pagar a la SGAE
Un juez obliga a tres empresas a pagar por unos aparatos de música de sus autocares.

La cena del Rey
Don Juan Carlos celebra su 70º cumpleaños y 32 años de reinado con 550 invitados, miembros de las más altas instituciones.

Detenidos 5 jóvenes por vejar a un discapacitado y colgarlo en la Red
Le raparon cabeza y cejas y amenazaron con darle una paliza si denunciaba lo ocurrido en Portugalete.

El jefe de la policía que estafaba, robaba y no perseguía a los malos
Detenido el mando local de Conil de la Frontera por delitos urbanísticos, fraude y hurto de un vehículo.

Un vivo muy muerto
Dos ciudadanos de Nueva York llevan el cadáver de un amigo como si estuviera vivo para intentar cobrar un cheque.


(Y me parece fascinante que mientras meto esta entrada, mi vecina dj tenga puesta una versión tecno de “La Dolce Vita”.)

7 ene 2008

A propósito del atroz descubrimiento de una cucaracha en mi nuevo apartamento

«Me están doliendo extraordinariamente los insectos,
porque no hay duda, estoy desconfiando de los insectos,
de tantas advertencias, de tantas patas, cabezas y esos ojos,
oh, sobre todo, esos ojos
que no me permiten vigilar el espanto de las noches,
la terrible sequedad de las noches, cuando zumban los insectos,
de las noches de los insectos,
cuando de pronto dudo de los insectos, cuando me pregunto,
ah, es que hay insectos?
cuando zumban y zumban y zumban los insectos,
cuando me duelen los insectos por toda el alma,
con tantas patas, con tantos ojos, con tantos mundos de mi vida,
que me habían estado doliendo en los insectos,
cuando zumban, cuando vuelan, cuando se chapuzan en el agua, cuando...
ah!, cuando los insectos.

Los insectos devoran la ceniza y me roen las noches,
porque salen de tierra y de mi carne de insectos los insectos,
Disecados! Disecados los insectos!
Eso, disecados los insectos que zumbaban, que comían,
que roían, que se chapuzaban en el agua,
ah, cuando la creación!, el día de la creación,
cuando roían las hojas de los insectos, de los árboles de los insectos,
y nadie, nadie veía a los insectos que roían, que roían el mundo,
el mundo de mi carne, y la carne de los insectos,
los insectos del mundo de los insectos que roían,

Y estaban verdes, amarillos y de color de dátil, de color de tierra seca los insectos,
ocultos, sepultos, fuera de los insectos y dentro de mi carne,
dentro de los insectos y fuera de mi alma,
disfrazados de insectos.
Y con ojos que se reían y con caras que se reían y patas,
y patas que no se reían, estaban los insectos metálicos
royendo, royendo y royendo mi alma, la pobre,
zumbando y royendo el cadáver de mi alma que no zumbaba y que no roía,
royendo y zumbando mi alma, la pobre, que no zumbaba, eso no, pero que al fin roía, roía dulcemente,
royendo y royendo ese mundo metálico y estos insectos metálicos que me están royendo el mundo de pequeños insectos,
que me están royendo el mundo y mi alma,
que me están royendo mi alma toda hecha de pequeños insectos metálicos, que me están royendo el mundo, mi alma, mi alma,
ah!, los insectos,
ah!, los puñeteros insectos.»

«Los insectos»
Hijos de la ira, Dámaso Alonso


(No sé si los versos están bien “cortados”, pero no tengo el libro delante para comprobarlo.)